Este fin de semana hemos tenido que leer como World Rugby, Federación Internacional de Rugby, beta la participación de mujeres trans dentro de los equipos femeninos que participen en su categoría achacando “motivos de seguridad”. En el documento publicado el viernes se puede leer “se sabe que los varones biológicos (cuya pubertad y desarrollo está influenciado por andrógenos / testosterona) son más fuertes entre un 25% y un 50%, son un 30% más poderosos, un 40% más pesados y aproximadamente un 15% más rápidos que las hembras biológicas”.
¿Se sabe? La base de esta decisión deja mucho que desear. Bill Beaumont, presidente de World Rugby dice mostrarse receptivo a las críticas: “Reconocemos que la ciencia continúa evolucionando y estamos comprometidos a revisar regularmente estas pautas, siempre buscando ser inclusivos”.
Lo único que podemos sacar de “positivo” de la decisión es que por el momento esta prohibición no se aplica a las mujeres trans que no hayan pasado por la pubertad masculina, es decir, no se aplica a esas mujeres trans que han conseguido “beneficiarse” de la magia física de la testosterona.
Como aseguraba Alba Noa Castellano, la jugadora trans española en una entrevista a El Confidencial el pasado mes de agosto “Deben estudiar cada caso, no somos tantas. Pero se prefiere generalizar y quitarse el problema de encima. Me duele leer que nosotras ponemos en peligro la integridad de nuestras compañeras… Si hubiera habido episodios de lesiones provocadas por jugadoras trans, lo habríamos leído. Esto no está pasando en los campos”.
Desde Transexualia nos produce mucha tristeza tener que oír una y otra vez los mismos argumentos, todos basados en estudios de baja veracidad e interpretaciones conscientes y dirigidas hacia la discriminación y la generalización más absoluta. A esto debemos sumarle la indignación de ver como los medios utilizan una y otra vez las mismas fotos de una jugadora trans (siempre la misma) bastante corpulenta para ilustrar la noticia en vez de rascar un poco más y descubrir que hablamos de casos contados donde, en la gran mayoría, la diferencia de constitución es nula.
