Fuente: 20 Minutos
Autor / Fecha: EFE | 01.07.2015
Los transexuales en el Ejército son expulsados cuando se conoce su condición, y tampoco pueden gozar de sus servicios médicos necesarios.
Dos días antes de que el Supremo legalizase el matrimonio homosexual en todo el país, Estados Unidos vivía otra fecha histórica: un transexual participaba por primera vez en la recepción anual del mes del Orgullo LGTB en la Casa Blanca, representando con su uniforme a 15.500 soldados silenciados.
Las regulaciones del Pentágono prohíben que las personas que están o han pasado por una transición de género formen parte del servicio militar estadounidense, una norma basada en prescripciones médicas de hace más de 50 años y que ahora los activistas por la libertad del colectivo LGTB quieren cambiar.
El Ejército de Estados Unidos revocó en julio de 2011 la famosa política “Don’t Ask, Don’t Tell” que impedía alistarse a quien se declarase como homosexual, pero se olvidaba de la transexualidad, considerada dentro de las “exclusiones psicosexuales”.
La Asociación Médica de EE UU (AMA, por sus siglas en inglés), emitió un comunicado este mes declarando que “no hay una razón médica válida para excluir a los individuos transgénero” del Ejército, donde algunos comandantes ya piensan que no hay motivos para que sus miembros no puedan servir en sus unidades por esta condición.