Nuestra mayor pena es tener que comenzar el post hablando de esta gran mujer en pasado, ya que Aimee Stephens se nos fue el 12 de mayo sin darle tiempo a ver su gran triunfo, una histórica sentencia del máximo tribunal de los EEUU a favor de los derechos de la comunidad LGTBI, en especial para las personas trans. Gracias a la lucha de Aimee, ninguna persona puede ser despedida por su condición sexual en Estados Unidos.
En 2013 Aimee ya podía esconderse más y confiando en sus tres décadas de experiencia y seis años en la misma funeraria, entregó una carta a su jefe donde confesaba su condición de trans y que para poder comenzar su transición, debía empezar a ir a trabajar como lo que era, una mujer. La carta comenzaba así: “Lo que debo decir es muy difícil para mí, y me está costando todo el valor que tengo”. Y terminaba “Con el amoroso apoyo de mi esposa, he decidido volverme la persona que ya soy en mi mente […] Necesito hacer esto por mí y para ponerle fin a la agonía que siento en mi alma”.
Tan solo dos semanas después, Aimee fue despedida sin indemnización. Perdió su medio de vida y su seguro médico justo cuando comenzaba a tener problemas de riñón y de espalda. Junto a su esposa y fiel compañera, decidieron presentar una demanda judicial. En marzo de 2018, una corte le dio la razón pero el dueño de la funeraria apeló y llegó hasta la Corte Suprema junto con dos casos más que tenían como protagonistas a dos hombres despedidos por su condición de homosexual.
El pasado lunes, el Tribunal Supremo de los EEUU le dio la razón a estas tres víctimas y los magistrados determinaron que es ilegal despedir a alguien por su identidad de género o su orientación sexual. El respaldo fue sorprendente, tan solo tres de los nueves magistrados votaron en contra pese a que la mayoría eran conservadores. La sentencia es muy clara: “Una empresa que despide a un individuo simplemente por ser gay o transgénero está desafiando la ley”.
Como os decíamos al principio, esta es una victoria agridulce ya que dos de sus protagonistas han fallecido. Donald Zarda, instructor de paracaidismo fue despedido tras contarle a un compañero que era homosexual, su familia continuó su lucha tras su muerte hace un año, y la protagonista de nuestro post, Aimee Stephens que testificó en silla de ruedas el pasado mes de octubre y que murió el 12 de mayo a sus 59 años debido a su enfermedad agravada por la falta de seguro médico.
Nuestro homenaje de hoy es para ti Aimee, te has ido pronto pero dejas tras de ti, un mundo un poco más justo.
