Hoy hemos querido charlar con Leo, uno de los usuarios de Transexualia que han formado parte del curso 2022 de reinvención laboral que desde Transexualia organizamos junto al Ayuntamiento de Madrid.
Leo, de 32 años, llegó de Nicaragua a España allá por 2019. Licenciado en ciencias actuariales y financieras por una universidad de su país, solo es necesario charlar un rato con él para darse cuenta de que es un hombre formado, sereno y muy educado. Tras acumular experiencia en el sector financiero, la discriminación, la transfobia y el desconocimiento que existe en su país le obligaron a vestir como una mujer y a no poder expresar su género sentido si quería seguir progresando en su carrera profesional y en su vida en general.
De esta forma y tras años de activismo LGTBI en Nicaragua, abandona su país natal y pone rumbo a España donde, al menos parecía desde lejos, existía una disposición más abierta y amable hacía los hombres trans como él.
España no es un camino de rosas para una persona como Leo que nos confiesa la dureza de esos primeros años. Aunque consiguió validar su titulación y solicitar asilo tras meses de frustración, probó formarse aquí, pero tras unos meses en la Universidad, la falta de medios y apoyo le llevaron a desistir y priorizar la supervivencia. Decenas de trabajos precarios, con condiciones abusivas y sin ningún tipo de respaldo legal lo han ido manteniendo vivo.
“Hay que saber aprovechar los espacios que se nos brindan” nos comenta Leo. Su perseverancia y tenacidad le llevaron a conocer a anteriores usuarios de Transexualia que le pusieron en contacto con nosotras y así es como entró a formar parte de nuestra comunidad de ayuda. Desde Transexualia comenzamos a orientarlo, le ofrecimos transporte, el acceso a nuestra bolsa de alimentos que le facilitaron tomar la decisión de dejar esos empleos precarios, poder parar para coger impulso y entrar en nuestro programa de formación para la reinvención laboral.
Tras unos meses de formación en diferentes aspectos básicos y necesarios para desarrollarse en el mercado laboral español, Leo comenzó unas prácticas de dos semanas en Makro, donde fue pasando por diferentes departamentos y donde rápidamente se hizo con el funcionamiento de todo tipo de labores.
Nuestro protagonista solo tiene palabras de agradecimiento para el equipo de Recursos Humanos de Makro quienes se preocuparon de que Leo se sintiera acogido e integrado por cada departamento que pasaba. Salvo algún despiste por parte de algún compañero, sus pronombres siempre fueron respetados. El efecto de algo así es increíble para las personas trans que, como Leo, si quiera han podido empezar el reemplazo hormonal. En un entorno adecuado y respetuoso pueden poco a poco relajarse, despreocuparse de miradas, centrarse en dar el cien por cien y realizar un gran trabajo.
Tanto ha sido así, que, tras sus prácticas, Leo ha sido contratado por la propia empresa. Lleva tres meses y espera ser renovado en unos días. Este ha sido su primer trabajo legal y esperemos que el primero de muchos.
Ahora Leo está muy animado y esperanzado. “Transexualia me ha dado las herramientas que necesitaba para empezar, pero la responsabilidad ahora es mía” afirma. “No perderse en caminos erróneos, perseverar y construir una vida mejor. Estoy muy agradecido a personas como Cristina, Denisse y el resto de coordinadores de Transexualia quienes, más allá de hacer su trabajo, han puesto su corazón y apoyo emocional para animarme a seguir luchando” nos comenta un Leo emocionado.
A la pregunta de qué le dirías a las personas que se encuentran en una situación similar a la tuya, sobre todo a otros hombres trans, Leo responde:
Lo principal es que no hay que desmotivarse. Seguir, insistir y aprovechar los espacios que se nos dan y dar lo mejor de uno mismo. Aceptar lo que nos toca vivir y luchar por hacer nuestro día a día lo más feliz y fácil posible, aunque no lo sea.
Lo primero que no puedes hacer es hacerte daño a ti mismo. Si la ignorancia te ataca y te abates, estás dejando ganar a la ignorancia.
En España, para los hombres trans es un poco más sencillo que para las chicas trans. Afortunadamente nunca he sufrido violencia desde que llegué a esta ciudad, puedo ir seguro por la calle. España, aunque aún necesita mucha educación en respeto e igualdad, es un buen lugar para nosotros comparado con muchos otros países, pero queda mucho por hacer.
Ha sido un placer poder hablar con Leo y aunque muchas cosas se han quedado en la libreta, esperamos que disfrute de estas líneas. Le deseamos lo mejor y estamos convencidas de que le espera un futuro profesional y personal feliz.