En un post anterior ya os ofrecimos datos de cómo el número de agresiones a personas LGTBI en nuestras ciudades, no para de subir en los últimos años. Sea porque ahora estamos más concienciados y denunciamos más o porque realmente el constante aliento a la LGTBIfobia que estamos viviendo, está aumentando estos actos violentos, lo verdaderamente importante es que, si eres víctima o testigo de una amenaza o agresión por motivo de odio, denuncies como es debido.
No lo dudéis, cualquier tipo de amenaza es un hecho denunciable, desde que te griten con “valentía” desde un coche en marcha hasta una violenta agresión física. Todo el espectro es delito.
Por eso hoy os queremos dar unas simples pautas de cómo actuar en caso de ser víctima de delito de odio:
Tu salud es lo primero. Tras haber sido víctima de un delito, es importante que compruebes tu estado físico y mental. Quizás te hayan herido o simplemente estés en shock. Ahí deberás decidir si necesitas atención médica inmediata o no.
Reúne pruebas. Tras analizar la situación, fíjate si alguien ha sido testigo de la agresión, pídeles su teléfono y su colaboración para facilitar el futuro trabajo de investigación. Si son colaborativos quizás, además del teléfono, puedan darte sus datos personales.
Acude a un centro médico. Es duro, pero es necesario que quede constancia. Cuando vayas al centro médico, es imprescindible decirles que nuestras heridas, físicas o emocionales, son fruto de una agresión para que así quede reflejado en el parte de lesiones.
Pide ayuda especializada. Puedes llamar a asociaciones como Transexualia o el Observatorio de LGTBIfobia de tu zona en cualquier momento para que te ayuden a dar de forma correcta todos estos pasos que te estamos contando o acompañarte en el proceso. No estás sol@.
Es hora de denunciar. Lo más adecuado es que denuncies ante la Policía Nacional ya que son los más preparados para gestionar de forma correcta los delitos de odio. También puedes denunciar ante el Fiscal para la Tutela Penal de la Igualdad y contra la Discriminación o ante el Juzgado de Paz o de Instrucción más cercano.
Haz tu declaración cuanto antes. Tras entregar el parte de lesiones, tus datos y los datos de los testigos, es importante que realices tu declaración ante la policía lo antes posible. Tendrás todos los detalles frescos y cualquier dato mínimo, por inútil que parezca, puede ayudar a identificar a estas personas o corroborar las versiones de los testigos. Número de agresores, ropa, altura, aspecto físico, lo que se decían durante la agresión e incluso un tatuaje, si existía algún vehículo o hacia donde salieron corriendo al final. Todo es válido.
Motivaciones de delito de odio. Para demostrar que se trata de un delito de odio y o una simple agresión, tenemos que explicar muy bien cómo, dónde y por qué se produjo. Si fue a la salida de algún local de ambiente, en un lugar frecuentado por el colectivo, los posibles insultos LGTBIfóbicos sufridos, … todo lo necesario para demostrar que no fuimos agredidxs por nuestra persona o por algo que hicimos si no por formar parte del colectivo. Recuerda que, en una misma agresión, pueden coincidir diferentes motivaciones que supongan un delito de odio: orientación sexual, de género, raza, religión, situación económica, etc.
Una vez terminada la declaración y denuncia, el agente generará y firmará un acta recogiendo todos los datos y documentos ofrecidos. Si tras revisar el acta, estás de acuerdo, tendrás que firmarla tú también.
Tras esto, la Policía se pondrá a investigar para encontrar a los agresores en caso de que no los conocieras ya y poder así llevar a buen puerto el proceso penal o civil que fuera necesario.
Como último apunte, os recordamos que tenéis derecho a una justicia gratuita, que desde asociaciones como Transexualia podemos ayudaros en este proceso. Además, tenéis derecho a solicitar reparación de daños e indemnización por el perjuicio sufrido y a solicitar medidas de protección si sientes que, tras denunciar, tu integridad corre peligro.
Debemos ser valientes porque solo juntxs y visibles podremos acabar con los delitos de odio.