El pasado mes de junio nos hacíamos eco en este mismo blog de la noticia por la que Donald Trump echaba para atrás una serie de medidas impulsadas por Obama en 2016 para que las personas trans tuvieran protección en la sanidad ante la posible discriminación en la cobertura sanitaria de tratamientos sanitarios. Esta grave supresión de derechos forma parte de una batalla más amplia, en la que la administración Trump pretende suprimir la existencia jurídica de las personas trans en EEUU.
La derogación de junio impulsada por Trump beneficia a las compañías de seguros que reciben fondos federales para que puedan negarse a atender a los estadounidenses trans en aspectos relacionados con su transición, quedando, una vez más, sus derechos mermados. El departamento de Salud y Servicios Humanos justificaba esta acción como un “retorno al sentido literal de la ley según se aprobó en el Congreso” e incluso se vanagloriaba en un comunicado del ahorro en costes que supondría. Con esta definición “literal” se realiza una lectura “biologicista” de qué es masculino y qué femenino y dejaba sin protección a las personas trans, intersexuales o de género no binario.
El nuevo giro de esta historia ha llegado gracias a la denuncia de dos mujeres trans y al magistrado Frederic Block del Tribunal del Distrito Este de Nueva York. Este juez, considera que la medida entra en contradicción con una sentencia del Tribunal Supremo la cual declara ilegal la discriminación laboral basada en la orientación sexual o la identidad de género.
Seguiremos con atención este caso ya que la sentencia no es firme, solo ha conseguido una suspensión, y con unas elecciones por delante, el tema dará mucho que hablar en los próximos meses.
